martes, 24 de abril de 2007

Mi Lugar Perfecto


Que ganas de abrir los ojos y de pronto despertar en medio de una brisa con olor a sal, mirar al cielo y ver esas nubes de algodón danzando por el cielo azul, gracias al viento que mueve olas, el cual con sus numerosos movimientos humedece a la calida arena que quema mis pies, en un calido día de sol.

Que ganas de poder estar sentada en mi toalla mirando el mar, ese que con sus misterios me tranquiliza, el que con su afectuoso abrazo rodea las piedras hasta bañarlas por completo con sus aguas. Deseo poder caminar descalza por la arena para que este misterioso mar también refresque mis pies.


Que ganas de olvidar, porque este lugar mágico es el único que te hace olvidar, que simplemente sabes que vives un día, ni siquiera sabes que día es, que fecha o que hora, tan solo te llama a disfrutar cada momento como si fuera el ultimo de tu vida.

Que ganas de no poder diferenciar entre martes o sábado, tan solo lo descubres por la cantidad de gente que se encuentra allí, si es sábado sabes que en la noche las fogatas serán enormes y existirá una cantidad inmensa de personas a su alrededor, pero el domingo la gente retorna a sus hogares y tu ahí te quedas, sólo existiendo.

Que ganas de llegar a la casa con los pies llenos de arena pegada, entrar a tu hogar y ducharte para poder salir en la noche, y tan solo saber que los únicos canales que puedes ver son los nacionales y eso es suerte, porque solo se ven 3.

Que ganas de caminar con tus amigos por las calles de ese místico lugar, donde el camino se acorta por medio de alambres de púas, con el típico “pasa tu primero y yo levanto el alambre”, no falto la vez que te quedaste enganchado y rompiste algo.

Que ganas de que el mayor entretenimiento es un lugar donde puedes jugar videos como el Street figther, el pacman o el monito de nieve, el taca-taca y la mesa de pin-pon.

Que ganas de que digan “bajemos a la fogata” y todos caminen en masa hacia la playa, claro todos afirmados de los brazos porque en el camino no se ve nada y nunca falta el que se saca la mierda. Todos buscando el lugar perfecto en la arena para instalarse a tomar, conversar y reírse un rato.

Que ganas de que el único lugar para comprar copete sean los clandestinos, y sus nombres siempre los recuerdas, por ejemplo: la pangalina, la kuky y el chuki. Donde el copete codiciado por todos es la garrafa de vino de 5 litros, a bajo precio y con los ingredientes más increíbles del mundo como la mermelada, el jugo o la bebida de dudosa reputación.

Que ganas de llegar a la casa a las tantas de la madrugada, pasado a humo de fogata, con kilos y kilos de arena en los pantalones, las zapatillas llenas de tierra, porque las calles en las que se transita son solo de ese material.

Que ganas de estar lejos de todas las cosas modernas, de saber que nunca veras un computador y menos Internet, de que el único teléfono cerca es tu celular y si teni plata, porque sino el minuto te sale un ojo de cara, que ganas de que pase mucho tiempo sin saber de la civilización.


Que ganas de poder estar en siempre en ese lugar donde nuestra vida cambia o por lo menos la mía, donde nos damos cuenta de tantas cosas, donde nos olvidamos de todo y tan solo deseamos vivir, abrir nuestra alma y desear lo imposible.


domingo, 22 de abril de 2007

Trauma Periodistico


Al pensar que hoy tenia que escribir un articulo para subir me dio toda la rabieta, si claro lo reconozco, cuando quiero soy una de las personas más antipáticas que pisa la tierra pero es que me molesta de sobremanera que las personas me obliguen a hacer cosas que no deseo, pues tengo la fiel convicción de que las cosas que nacen del corazón son las mejores, por algo uno crea espacios, porque se supone que si uno no lo ha hecho no le gustan o no.

Posiblemente es un trauma mío, se que ese es el problema principal, no creerme el cuento, la inseguridad de siempre creer que los que hago esta mal, que con una sola critica todo mi mundo perfecto se derrumba a mis pies y mi animo baja tantos puntos que tan solo es comparable con los témpanos de hielo sur.
Siento que no escribo bien, eso un problema grande, porque estudio periodismo y se supone que toda mi vida voy a tener que hacer esto “el arte de las letras” pero prefiero hablar, por algo nunca me quedo callada, muchas veces no me siento inteligente al quedar corta con los temas que los demás hablan, aunque confieso que prefiero decir que no cacho una antes de estar mintiendo, toda mi vida e luchado por ser la mejor, pero cuando me doy cuenta que el trabajo de otros es mucho mejor que el mío me deprimo, no me da envidia, no tendría porque sentir eso, es solo que no poseo esos talentos, y siento que algo que realmente me costo hacer y yo encuentro que esta bien para otro puede ser una mierda. No me gusta escribir de lo primero que se me viene a la mente, para nada y eso me afecta más porque todo lo que escribo es lo que siento o lo alguna vez causo algo en mi, mis secretos mas profundos por así decirlo. Pero aun queda esperanza para mí estoy segura de ello, ya que la práctica hace al maestro y como siempre digo las personas somos animales de costumbre, así que si me acostumbro a escribir mucho venceré el miedo de pensar que todos mis escritos son una mierda y así podré aprender a quererlos más y no desvalorarlos con el trabajo de otros.


Todo trauma se acaba en el momento preciso que uno lo enfrenta.

martes, 17 de abril de 2007

El Tiempo Detenido

Abro los ojos tratando de acostumbrarme al paisaje, miro mi izquierda y veo una pared que asemeja la madera, por fin descubrí donde estoy, claro donde mas voy a estar si me quede dormida en mi cama leyendo, es obvio que estoy en mi pieza, miro el techo y suspiro, será para buscar una respuesta al buen sueño que tuve y preguntándome porque tuve que despertar de el. Miro el reloj que llevo en mi muñeca y caigo en cuenta que han pasado tres horas desde la última vez que lo vi, todo esta oscuro, es muy distinto de lo que hasta hace poco tiempo contemplo mi vista, por las cortinas entra el último destello de sol del día, que perfectos son esos momentos donde todo es tranquilidad y pareciera que el tiempo se va a detener en ese preciso instante en que con una profunda inhalación guardo aire en mis pulmones para vivir para siempre ese momento.

Me doy cuenta que ya he perdido 3 horas de mi vida en esa “siestita tardera” pero que haré, ya nada, porque intentar recuperar esas horas es imposible, ni compensándolo con otras puedo cambiar lo que perdí, solo me queda el consuelo de que ese sueño que tuve algún día se pueda realizar, porque pedirle explicaciones al tiempo va a ser tan difícil como hacer que mi mamá se cure.

Hay pocas cosas en mi vida a las que les tengo tanto temor como al sagrado tiempo, ya que este me ha jugado malas pasadas, aunque no niego que este me ha enseñado muchas cosas, lo respeto como nada en este mundo porque puede destruir así como puede crear. Que miedo ese de pensar que puede destruir cosas, hacer que nunca vuelvan a ser como antes, pero también tiene esa propiedad de hacerte olvidar esos recuerdos dolorosos, o simplemente de arreglar situaciones, así como dicen dale tiempo al tiempo o el tiempo todo lo arregla. Al pensar que en un momento me voy a notar que ha pasado tanto y no he hecho nada me desesperare, incluso ahora lo hago, siento que por mis ojos pasan y pasan momentos y el tiempo se escapa de mis manos sin poder decirle que se detenga, que aun no estoy lista para continuar, que solo me deje en el momento en que desperté de un lindo sueño y respire profundo por un mes o dos.